martes, 30 de diciembre de 2008

"Las Paulas del espejo" Vazquez Paula

Es esta imagen como un conjuro a aquella presunción en un poema a tus diez años: ...Y te extrañaré/te extrañaré de alegres tardes/y de zapatillas de baile/de cantos de disfraces/de corpiños prematuros/y de hermosa en los espejos...

martes, 23 de diciembre de 2008

un cuento de "El hombre que calculaba" de Malba Tahan



No todo se trata de matemática. O por lo menos, en este caso, la magia se halla en el desprendimiento. Beremiz es inteligente y la inteligencia lo lleva a solucionar los problemas de los otros en forma matemática -que es su habilidad- de manera que todos salen beneficiados (incluso él). Este resultado deviene de despojarse de la única posesión (imprescindible para ellos) con que cuentan Beremiz y su compañero. La recompensa es mayor. El cuento:

Habían pasado unas horas de viaje cuando Beremiz, mi compañero, demostró sus habilidades de genio de las matemáticas:
En las cercanías de un antiguo y casi abandonado refugio de caravanas, vimos a tres hombres que discutían apasionadamente a un lado de un grupo de camellos. Entonces Beremiz intentó informarse sobre el tema de discusión.
Somos hermanos -explicó el mayor de los hombres- y hemos recibido como herencia 35 camellos. Según la voluntad de mi padre, me corresponde la mitad de los animales; a mi hermano Hamet Namir, la tercera parte; y a Harim, el más joven, la novena parte. Pero no sabemos como realizar la división, y en cada intento de reparto propuesto, la palabra de uno de nosotros va seguida de la negativa por parte de los otros dos. Si la mitad de 35 camellos es 17 y medio, si su tercera parte y también la novena de la cantidad en cuestión, tampoco son exactas, cómo proceder a la división?
Muy fácil -dijo el hombre que calculaba-. Me comprometo a realizar con equidad el reparto, pero antes permítanme que junte a los 35 camellos heredados este maravilloso animal que hasta aquí nos trajo en buena hora.
Aquí intervine en la situación: -¿cómo puedo aprobar semejante desatino? ¿cómo podremos seguir con nuestro viaje si perdemos el camello?
-Que no te preocupe, bagdalí -dijo, en voz muy baja, Beremiz- conozco bien lo que estoy a punto de hacer. Préstame el camello y verás a que conclusión arribamos.
El tono de seguridad empleado hizo que le entregara, sin la menor duda, mi hermoso jamal que, al instante, pasó a ingresar la cáfila que sería repartida entre los tres hermanos herederos.
-Amigos -dijo-, voy a hacer la división de los que ahora, como pueden apreciar, son 36 camellos, de manera justa y exacta.
Se volvió hacia el mayor de los hermanos, y habló de esta manera:
-Deberías recibir, amigo mío, la mitad de los 35 animales, o sea: 17 y medio. Ahora bien, recibirás la mitad de 36 y, por tanto, serán 18. No tienes reclamo que hacer, ya que sales beneficiado en esta operación.
Se dirigió al segundo de los herederos y dijo:
-Tú, Hamed,deberías recibir un tercio de 35, o sea, 11 y un poco más. Entonces tendrás un tercio de 36, esto es 12. No habrá protestas, porque tu también sales con ventaja de esta división.
Por último dijo al más joven:
-Tú, joven Harim Namir, según la última indicación de tu padre, tendrías que beneficiarte con una novena parte de 35, es decir, 3 camellos y parte de otro. Pero te entregaré la novena parte de 36, o sea 4. Será también apreciable tu ventaja y bien podrías decirme gracias por el resultado.
Luego terminó la cuestión con la mayor claridad:
- Debido a este generoso reparto que a todos ha ayudado, corresponde 18 camellos al primero de ustedes, 12 al segundo y 4 al tercero. La suma de las cantidades(18 + 12 + 4)da como resultado 34 camellos. De los 36 camellos, quedan sobrando 2. Uno, como bien saben, es propiedad del bagdalí, mi amigo y compañero aquí presente; y el restante es lógico que me corresponda a mí, por haber solucionado, en forma satisfactoria, este enredado problema de la herencia. Eres inteligente, viajero -pronunció el más viejo de los hermanos-, y aceptaremos el reparto propuesto con la confianza de que fue justo y equitativo.
El hábil Beremiz hizo suyo uno de los más hermosos jamales del grupo y me dijo, alcanzándome la rienda de mi animal:
-Ahora si podrás, estimado amigo, seguir el camino en tu camello, tranquilo y confiado. Ya que tengo otro animal a mi servicio.

lunes, 22 de diciembre de 2008

"Cordón" Chico Novarro

Si alguien es un poeta puede ver toda esta belleza en el simple cordón de una vereda:

Viejo cordón de mi vereda...
Paredón de suelas,
tropezón de amor.

Mientras nadie habla de vos
mientras nadie te recuerda
sos el costado que encierra,
por derecha y por izquierda,

un siglo de procesión.

Sos la escolta sin barullo

de un barrendero y su orgullo,

de un trasnochado botón.


Duro, como el alma de un frontón
sos un penal, de curdas y mosquitos,
largo y pisoteado cinturón
de una ciudad, que va creciendo a gritos.
Si te habrás mamado de alquitrán,

de pucho y celofán, de correntadas,

panteón de rata enamorada

que cruza sin mirar, el callejón.

Sobre el almanaque de tu piel
corrió la miel,
de trompos y monedas

viejo cordón de mi vereda,

la luna y el hollín te hicieron gris.

Contame un poco más, del tiempo aquél,

en que el tranvía te afeitaba

cuando la noche era un festín,

de taco y de carmín, en la enramada.
Hablame del zaguán, del verso aquél

que se llevó la alcantarilla

si en este mundo sin orillas

el único peatón sos vos.


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domingo, 21 de diciembre de 2008

"Hay que vivir sin imposturas" Boris Pasternak

Hay que vivir sin imposturas
Vivir de modo que con el tiempo
Nos lleguemos a ganar el amor del espacio,
y oigamos la voz del futuro.
Hay que dejar blancos
En el destino y no en el papel
y en los márgenes anotar
Pasajes y capítulos de la vida entera.
Debemos sumirnos en el anónimo
Y ocultar en él nuestros pasos
Tal como se oculta el paisaje
Tras una niebla espesa.
Otros siguiendo tus huellas frescas
Recorrerán tu camino palmo a palmo,
Pero tú mismo no debes distinguir
La derrota de la victoria
No debes renunciar ni a una brizna de ti mismo.
Tú debes estar vivo.
Solamente vivir
Hasta el final.

Versión de Gabriel Barra

Entrevista a Christian Bobin por Marie de Solemne




"Creo que para vivir –porque uno puede pasar por esta vida sin vivir, y es un estado sin duda peor que la muerte– hay que tener una cosa que, desgraciadamente, no es muy corriente, y se trata de una gracia. Para vivir, hay que haber sido mirado al menos una vez, haber sido amado al menos una vez, haber sido sostenido al menos una vez... Y después, cuando eso ha sido dado, uno puede estar solo... La soledad ya no será nunca más mala. Incluso si ya no te sostienen, incluso si ya no te aman, incluso si ya no te miran, aquello que ha sido dado, verdaderamente dado, una vez, lo ha sido para siempre. En ese momento, puedes ir hacia la soledad como una golondrina puede ir hacia el pleno cielo."


Este es sólo un párrafo. Si les agrada, no se priven de la entrevista completa:


www.terra.es/personal/javierou/con-bobin.htm

jueves, 18 de diciembre de 2008

María Elena Walsh


esencia

Nunca nombrarla, nunca.
Ni callarla siquiera.
Solamente crecer de sus raíces
con asombrado llanto.
Ser y morir tan solo para justificarla
como naturaleza
y sumisa costumbre.
Madurará con pausa
y exactitud de necesaria estrella
y solo incertidumbres
me probarán su órbita,
su doloroso amor, su cumplimiento.
Será un desgarramiento
elemental, constante.
Desesperada espera
-lo sé- desesperada.
Y sin embargo, nada
persistirá más cierto
que su sabiduría,
que sus sencillas fiestas.
Como el rosal seguro de la rosa.
Y yo seré la sombra
de su florecimiento,
yo viviré acatando
su voz y su silencio,

en indefensa tierra, irrenunciablemente.