sábado, 23 de enero de 2010

Sucede en los poemas - Tito Muñoz

Agradezco a Tito Muñoz la generosidad de haber compartido este poema inédito y su autorización a postearlo en este espacio previamente a ser publicado en su próximo poemario: "Sobras escogidas". Gracias, Tito, SIEMPRE, gracias

Para la madre de Rafa Iglesias

Sucede en los poemas solamente
que pálidas muchachas languidecen
y al filo de la luna se desangran
alféreces jugando con la muerte.

En la vida de usted, es diferente,
no hay luna llena en el supermercado,
y los pescados no llevan diéresis.
No torea en su plaza el Minotauro.

Pero es usted quien forja la poesía
con un vestido camisero estampado,
alimentando plantas y familia
en zapatillas, con un rigor diario.

Por usted viven los furiosos geranios,
la radio canta para usted, querida,
coplas de rejas y mujeres llorando,
con su café construye un nuevo día.

jueves, 14 de enero de 2010

"Érica de los pájaros" Abelardo Castillo

...–Erika, sabes, tengo la cabeza llena de fuego y fuego. Erika muchacha de las guirnaldas, amor, sabes, esto no es más que un sueño. ¡Ríete!, porque esto es solamente un sueño, despertaré, despertarás mañana, y los dos estaremos en la aldea, en la aldea donde hay casas de paja y amarillo tibio, muchacha mía, pequeña de andar entre las flores cantando, mañana, oye, despertarás y yo despertaré en la aldea.
–No grites –dice Erika.
Él grita, me duele la garganta de gritar, él grita y cami¬na por el cuarto con piso de madera, duelen los pies deshechos. Grita:
–Un sueño, Erika. Una pesadilla, nada más que sombras que dan miedo, pero mañana seremos niños, casi niños, y yo volveré a encontrarte junto al estanque, en el claro donde las hojas de los ceibos son verdes y hay flores rojas, muy rojas, y entre el follaje se ve el agua azul. Erika, sabes, hubo un tiempo en el que aún no tenías catorce años y yo te amaba, catorce años cuando nos que¬damos dormidos, entre las guirnaldas y los pájaros.
Ella lo mira con sus ojos selváticos, es bella, bella como una estampa viejísima y ajada pero bella, igual a sí misma, hermosa como sólo ella puede serlo y luego dice:
–Catorce años, sí, cuando nos quedamos dormidos, amor, y yo te amaba.
–Yo iba, Erika, lo recuerdas, iba por las noches al borde del agua, y te encontraba allí, y sabía canciones. Tú no las sabías, yo sí, y te enseñaba entonces todas las cosas, y por eso mañana des¬pertaremos en la aldea.
–Despertaremos, sí, despertaremos hace mucho...


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"Porque se escribe" de "Ser escritor" - Abelardo Castillo

La literatura, por lo poco que sé de ella, nace quizá de una fuerte tendencia a la incomunicación o a la mala comunicación. Un escritor de ficciones es alguien que en la vida cotidiana muy raramente puede comunicar lo que siente, sus miedos, sus admiraciones, sus pasiones, su amor. Es algo así como esa mirada de sorpresa ante lo real de la que hablaban los griegos: la que al filósofo le permite reflexionar y, al escritor, escribir. El único lugar donde un hombre que escribe se comunica es en sus libros, y son sus personajes quienes hablan por él. Los escritores, en general, son grandes tímidos. Tal vez porque saben que los sentimientos más profundos sólo pueden manifestarse con palabras triviales. De qué modo decir te quiero, o estoy desesperado, o tengo miedo, o la belleza me conmueve. No hay más palabras que esas, pero uno no puede andar pronunciándolas en voz alta. Recuerdo una serie de televisión inglesa sobre la vida de Shakespere, en la que hay una escena memorable. Se sabe que Shakespeare tuvo un gran amor, la famosa dama morena de los sonetos. En esa escena, ella le pide que por favor le diga palabras hermosas, como las que escribe en sus dramas, y no que meramente quiera arrastrarla a la cama. Shakespeare, que ha escrito los diálogos de Romeo, debe recurrir a uno de sus actores para que le explique cómo se habla con las mujeres reales. Al ver esa obra, yo pensé. Shakespeare debió de haber sido realmente así.

martes, 5 de enero de 2010

una alegoría del destino que hoy me remite Grillo

Comparto este bellísimo dibujo, del mismo modo en que Tito Muñoz lo ha hecho conmigo, respetando el cáracter lúdico desde donde nos conduce hasta otra de las formas de la poesía.

"Metralla" Tito Muñoz

Celebro recibir la llegada de un aparentemente nuevo, pero tal vez antiguo amigo: Tito Muñoz.
Y él es muchos, muchos dones, muchos silencios, muchos modos de la poesía. Me llega de la mano del inefable Villo Argumanez, gracias...

Me duele algunas noches
la metralla de entonces,
las cartas como ráfagas
de tu tiempo en la cárcel
y reconozco voces
como cristales rotos
que ocupan los rincones
donde el tiempo resbala.

Quiero que nos devuelvan
algo de aquel tiempo
,entrar a un probador luminiscente
en plena planta joven
y calzarme una chupa
que reviva el milagro
de mis catorce años
y en ti sugiera
la añorada indolencia
que anoche proclamabas.

Luego, con las rodillas
llenas de mataduras
y algún ganglio en el cuello,
marchar de vacaciones a dar tumbos
por un verano eterno
concurrido de rosales y amigos
y comer berberechos con aquella salsita
y echarnos en tumbona,
untado todo el cuerpo
con bálsamo de coco.

Y ya no volvería a resentirme
del antiguo dolor de la metralla.
Y tú tampoco.

de Metralla (1999)
http://www.jmserrat.com/serrat/bio/tito.html

Audio: [audio="http://www.ivoox.com/poemas-sueltos_md_96525_1.mp3"] Ir a descargar