lunes, 18 de marzo de 2013

diálogo con Jacobo Fijman - Vicente Zito Lema


V.Z.L.: - Si admitimos que la poesía lleva al conocimiento, a la par de la razón ¿podemos reconocerle atributos de ciencia sin que por ello pierda la naturaleza sencible que la distingue?

J.F.: - La poesía es ciencia. Algunos intelectuales y hasta ciertos artistas confundidos la consideran como una categoría inferior del pensamiento. Sin embargo ella fundamenta todas las ciencias. La química sin poesía se convierte en una burda y peligrosa nada, y el ejemplo se extiende a cualquier otra disciplina.

Diálogos - Vicente Zito Lema - editorial Topía 2012

editorial Topía

domingo, 17 de marzo de 2013

razón para quedarse - Alejandro Schmidt

Te amo como a la herradura de Khumbu
como a la impronta griega en la polisemia de Faulkner
como a las páginas perdidas de kubla Khan y la pregunta de Hölderlin
como a los enfermos teminales de la luz o la espuma de un salto
te amo como a la interpretación que es la primera puerta de la locura
y la mentira que es 
íntimo hueso de la verdad
te amo como al tabaco
como al imán del soliloquio
la patria chica 
y las miserias del silencio
te amo en esos ojos que desprenden su guante
te amo en los álamos plateados
en nuestra risa
en el bastón de Heidegger
y el palacio Errázuris
desde la anatomía de lo imposible
para el nunca, el casi y el después te amo
es cierto
muy cierto
los días sueltan su cabello

como el emperador Marco Aurelio te amo
como a toda lágrima del justo
y así como odio las palabras yo te amo
así como entiendo que estés triste o feliz detrás del muro, del
mundo, del pasado, te amo
y si no fuera suficiente buscaré bajo la tierra la raíz de un cielo
las uvas de Edith
el pié de Cristo
haré lo que no quise
querré lo que no pude
porque
no tengo otra razón para quedarme. 


http://romanticismoyverdad.blogspot.com.ar/2013/03/razon-para-quedarse.html

San Juan y Boedo - Gito Minore

Decora la pared
Homero Manzi y su sonrisa sepia,
la noche azul
se cuela por la ventana abierta, transitan sin prisa
los autos allá afuera,
San Juan y Boedo.
Se tapa la cara
Malena perforada,
observa desde el fondo
de sus ojos
maquillados de cansancio, 
la pantalla gigante
sobrevolando la cabeza
del peón que limpia
el escenario vacío
de las glorias de ayer.
Disfruta del silencio
de estas bocas enmudecidas,
adormecidas por el estupor
de semejante tango ambiente
canónico silbido de gorrión,
arañado timidamente
por una ráfaga
de cumbia mistonga,
agónica voz de organito interior.
Termina su café,
alza la mirada.
Su mano de hembra
concreta, salvaje,
otorga una caricia
felina, indiscreta,
instalando
una sucursal del paraíso
entre su corazón y el mío.
Mientras tanto
silba tranquilo
el oficial de servicio,
los autos transpiran
un último empujón, 
las luces del semáforo
se cortan verde, amrillo, rojo.
San Juan y Boedo,
Homero Manzi sonríe sepia
desde la pared
observa,
nuestro futuro fantasma
en presente continuo.

de Poesía bajo la autopista - Clara Beter ediciones 2012 

murmurar - Daniel Chao

(febrero 2011, valles calchaquíes-Tilcara-Iruya)

Hay que ensuciarse las manos,
hay que ensuciarse de mucho
por lo poco que dure.
Hay que ensuciarse las manos
hasta enterrarlas
y que algo sepa crecer en ellas.
Y hay que sacudirlas luego
para que no se nos vuelva mascota.
Tu nariz se va en el viento
y encuentra y conoce el roer
de la piedra vencida a silbidos.
Colosos de piedra se van al viento;
y hay que saber demorarse,
de a tumbos, de a pié, de a poco.
Hay que saber demorarse en la persona,
demorarse a murmurar...
Murmurados, muro a muro, hacer morada
en la aridez, en lo sinuoso
y llegar cansados.

de "Poesía bajo la autopista" Clara Beter ediciones 2012 - seleccón y prólogos: Gito Minore

sábado, 16 de marzo de 2013

La memoria narrativa - Germán Cáceres (Fragmento)

Ante el ítulo de este artículo, es ineludible evocar un cuento ya clásico: Funes el memorioso (1942) de jorge Luis Borges. "Esos recuedos no eran simples; cada imagen visual estaba ligada a sensaciones musculares, térmicas, etcétera. Podía reconstruir todos los sueños, todos los entresueños. Dos o tres veces había reconstruído un día entero; no había dudado nunca, pero cada reconstrucción había requerido un día entero". Hay varios datos que aporta Borges y que son significativas: Ireneo Funes adquirió esa memoria traumaticamente después de sufrir un accidente en una estancia al caer de un redomón; se dudaba de su capacidad para pensar, y su facultad derivaba de haber adquirido una metodología que clasificaba los recuerdos con un estrafalario sistema numérico. A ello se debe agregar una percepción microscópica y abarcativa porque "no sólo recordaba cada hoja de cada árbol de cada monte, sino cada una de las veces que la había percibido e imaginado".
Paolo Rossi, cuya obra constituye obra insoslayable en este estudio, considera a Funes como un ejemplo de memoria patológica y cita a Oliver Sacks, que reunió veinticuatro insólitos casos neurológicos, entre ellos el de Martín que sin saber música conocía dos mil óperas y, además, todas las calles de Nueva York con el correspondiente recorrido de autobuses y subtes...

en Lilith Nª 15, propiedad de Rubén Sacchi
viejalilith@yahoo.com.ar

Jorge Figueroa


Tantas veces fuimos cuchillos
amaneciendo bajo el mismo techo
el mismo barro fue pintura
de flacas trasnochadas

ni por asomo me rìo
incorregible esta andar de olvido
nunca creí mis sueños, nunca
ólo el vapor de la distancia
y este andar sin Dios ni cogarrillos
en punto muerto para siempre
en pedazos del diario de ayer

el dolor es una tropa
y me persigue

Hay un lugar - ediciones Macedonia 2011

sábado, 9 de marzo de 2013

Catalina Boccardo


llamaradas sobre tus fotografías
como está sucediendo en londres
sus indignados
como las copas de vino contra el fuego

donde hubo cenizas quedan

y aroma
y sabores

de un cuerpo que no tuve

sólo revolución
haciendo
contracciones del hierro
la explosión de las cajas de gasoducto

los camiones de bomberos
con sus estertores
a distancia
para no acallarnos nunca
ni apagar

es el mundo que se extingue
entre vos y yo

sus goznes la amenaza
de derrumbarnos
los vidrios esparcidos

y la vuelta a casa
a solas

el cuerpo que no tuve

como la ciudad sitiada
injusta
grita todo lo  que no tiene
lo que no puede

los habitantes envueltos en llamaradas
yo envuelta dentro
gritándote gritándote
           

Valeria Cervero



Foto: Marco Zanger


breve espacio para
r e m o v e r
arena de
desaires

escondidas de hoy
bajo mirada
aquí
casi en el número
incontable

desfiguro
tu suspiro mi voz el aire
en  a b a n i c o

casi latiendo
antes de decir


YA NO HAY…

ya no hay dóndes
para venir a ser
con las ganas del parto

anocheció tu espera y
tras las heridas y sus velos
queda la línea
las redes
la última
vuelta

Graciela Di Bussolo



cicatrices
segunderos
clavados en las palmas
hojas
de almanaque
miedo.

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Dónde
esconder 
la sombra de las manos
               la caricia incompDe
aquellos días
conservoleta
               la garra.

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Un
aguijón 
sus
ojos 
mirándome.

Temo
equivocar los pasos
de
tan cansada.

(El
refugio parece
más
peligroso que la noche)