lunes, 25 de noviembre de 2013

sueño de agua - Raúl Feroglio






Misterio

Misterio
que siendo yo
el trigo y a la avez el hambre
no encuentre
tu pan

¿Quién no?

¿Quién
en una vuelta del camino
no se ha sentido Judas?
¿Quién
no ha recibido la imperiosa
incuestionable exigencia del Cristo
reclamando su derecho a ser traicionado?
¿Quién
no ha soñado alguna vez
con romper todas las calles
volver a campo traviesa
hasta el sitio donde no nacimos
empezar de nuevo
solo, desde un lugar
anterior al vientre?
¿Quién no arrojó al baldío
las monedas que dicen que eran treinta?
¿Y quién no ha tenido
la soga
en su mano
o por lo menos
en su mente?

Agua 19

¿Te dije que la lluvia rompía,
desarmaba,
los  terrones de la soledad?
¿Viste que caía,
deslizaba cielo y magia, por sitios donde
unas almas resecas callaban?
¿Sentiste allá donde no estabas, donde no sabías,
otra lluvia, pasada,
despertando ángeles y fantasmas?
¿Pensaste alguna vez llover, vos mismo,
Desde tus cántaros de arcilla,
sobre el asfalto? ¿Y correr,
con destino de río, leve,
en la tormenta?
¿Te pensaste alguna vez río?,
agua que lleva, canoa mecida,
agitada, sacudida
y otra vez mecida en tu propia corriente?
¿Oíste el rumor de las gotas sobre tu espalda de sauce?
las ramas de los fresnos, ¿qué decían,
empapadas de humedades titilantes?
Yo ¿Dónde estaba? ¿Bajo que lluvia de infancia,
embriagado de gotas de cansancio?
Y vos ¿Desde qué silencio venías,
a la tormenta nueva, inadvertida?
¿Te dije que la lluvia
rompía,
desarmaba,
los terrones de la soledad?

de sueño de agua - Raúl Feroglio Ediciones El Mono Armado 2013


Daniel Chao



si venís al sueño

si venís al sueño, al común,
si con las luces desmayadas
y las ropas desprendidas,
si ya educaste
a tus poemas aún-no-tinta
para que a horas correctas
te cepillen los dientes,
te apaguen la boca
y entren en fila a tu almohada,
si venís al sueño, al rabioso,
al antiguo y niño cada noche,
desabrochaste los tabúes
y mirá desde la espesura
de tus pestañas
a tus oratorias refinadas
declinar y enlodarse
en el hondo ronquido
de la verdad


de Poesía bajo la autopista 2 – Antología y Prólogo de Gito Minore -  CLARA BETER ediciones - 2013

Wenceslao Maldonado


Despues sí, había comenzado a hacer listas casi con desesperación. ¿Y de eso habían pasado ya cuarenta años? Treinta y dos años, le decía la cuenta mental que la memoria le permitía deducir por el momento.
Se acordaba que las listas habían tenido una razón de ser. Palabras para mantener ocultas en un destierro, para no perder en un naufragio, para no olvidarlas antes de la muerte. Mágicas, esenciales, evocadoras. Sus palabras. Claro que nunca pudo encontrar aquella lista primera de su papá.
Se acordaba, a pesar de todo, de tanto tiempo transcurrido, de tantas pesadillas soportadas, que la primera palabra mágica era mano. ¿Por qué? Vaya a saber. Mano, la mano con la que trabajaba y con la que escribía sus palabras desde niño. La mano, su propia mano, que sostenía su padre cuando fue por vez primera al mar. La mano que era suya y lo representaba. Mano, manos mágicas. La mano que se había quemado con agua hirviendo. La mano izquierda.

de Bienes de Familia - Editorial Epifanía, 2014

No espero ya nada
de la sola apariencia,
esa fruta podrida.

de Paraíso desechado – Editorial Epifanía 2006

No es cierto que estés ausente, digo
mintiéndome.

¿Es lo mismo un recuerdo?
¿Es igual una fotografía?

No es cierto que estés ausente, repito
Esperanzándome.

¿Es lo mismo que te quiera siempre
plantado en el latido de mi tristeza?

de paternidad de sombra – Editorial Epifanía 2006

…todo es tan íntimo
todo tan silencioso
tranquilo
oscuro
todo
la respiración de un instante
y no queda
nada
casi nada más
para despojarse

de Zureo – Editorial Epifanía 2008


El monte se planta.
Arriba es incendio.
Abajo, el pantano.
El sol es de fuego.
Son horas de siesta.
Fatiga el verano.

de Hexagrama - en luces y en sombras – (escrito en relación a los hexagramas del I-Ching, libro de las mutaciones) 6ª parte: Los ojos se incendian
Ediciones Pavadit@ - 2011

Corazón del deseo

    para el Marcio aquel junto al Etna

Porque el corazón es el volcán
Que desborda esta lava

Porque el corazón es este incencio
Que devasta los montes

Porque el corazón es el deseo
Que te sueña y te busca

de Eros y otros deseos – Ediciones Las Miradas de eros – Los libros del Simposio,  2010

Narrador

ya no más la lengua de alaridos ni los ojos
traiciones amenazante
bestia del mar hipócrita del crimen
libertad es el riesgo de perderlo todo

Primera Edición : Último Reino
Segunda edición bilingë: Vela al Viento, ediciones patagónicas 2012

pero la luz se fue de esta hora sin aliento
y no vale un pobre grito desolado
noo sirve una lágrima quejosa
no ayuda una oración exánime

quizá sea el tiempo de encenderse
como lámpara por dentro

de poesía bajo la autopista 2 – Clara Beter Ediciones 2013


jueves, 21 de noviembre de 2013

Teresa orbegoso

Un sonido en el aire
me levanta

Soy el animal en la penumbra

He perdido mi lengua
Voy por el desierto buscándola

Hablo
y no entiendo

¿Quién ha puesto esta raíz en mi boca?


"Mestiza" (2013)

domingo, 17 de noviembre de 2013

Daniel Quintero

Sitio

Es una caverna la mañana sin pájaros;
salió el sol y no se escucha ningún ruido.
Va a ser difícil
/subterráneamente hablando/
sobre llevar este domingo

Batalla

Una mujer amurallada
en la estepa de mi deterioro,
bélica en la evidencia sube
desde su acera y pugna de un tajo
a la sangre de mi yugular,
me da explicaciones y es todo precipicio´
su carcajada de matarme.
Arremolinada en su astucia
reparte mi aire, sobreestima
la forma en que olvido los nombres
que salvé de la nada y busco entre despojos
las contraseñas que lleva de bandera
en la guerra que ofrece, inevitable, declarada
y soy de a penas la trinchera
desde no defiendo la batalla;
me hundo en ese fondo
enamorado de barro.


de inusual – ediciones Parque Chas 2013

lunes, 11 de noviembre de 2013

la muerte - Marcos Silber

Si todo el sol, toda
la luz sobre el pleno día;
si toda la claridad toda
sobre el radiante espacio;
si la vida total colmando
cada punto cada lugar;
por donde penetra la canalla,
la cesadora por dónde?


Estación Quilmes: http://estacionquilmes.blogspot.com.ar/2013/11/marcos-silber.html

domingo, 10 de noviembre de 2013

Alejandro Drewes

Caminante en la noche

Es tu paso tal vez ya otro
en tanto el tiempo pasa
y al fin te sorprende
tan lejos de casa
Algo tiembla muy dentro
una nota que suena
tan fuera de tono
un reloj detenido de pronto

Amargo el eco que cruza
el silente paisaje
que una vez devastaras
la furia del viento
partiendo las ramas
sin salida
el vasto camino
que apenas
te condujo hasta aquí

Caminante en la noche
doble bajo los astros:
alta, muy alta
es la sombra
que no ves
el espejo negro
que proyecta
la Torre
junto al río


sábado, 9 de noviembre de 2013

Adrián Cuassolo

                   8
nadie   lee  mis   poemas
ni siquiera esos ojos
que en una cama
miran los míos
tampocoelcorazón
quiere volver a oir
se

                    9
temo a un mirlo sin castigo
venir hacer
justicia
        por su propia mano
        con su propia arma
                   cantocactus
entonado
            comoporulapsus
                 
                   10

doblada la esquina
    y ya
       ya no vi
            ni a ti
quedó sólo
            el
         fascinado aire

                     11

siempre uno es uno más
no hay           nunca hay
       exclusividad
siempre uno es uno más
          vas   y    van
por           sole          dad
           nosiempre
                 uno
           es  el  más

                   12
     
              (rutina)
repetir el golpe de luz
                         de los ojos
cada día
                       para nada


  

Fabián San Miguel

sueño 801

estoy despierto. Hablo con alguien sobre las burbujas en la sangre. El televisor se acuesta a mi lado, con el volumen en mínimo, apenas los gestos. Lo demás lo recordaré más tarde. Busco un libro en la mesa de luz, un fogonazo. Se cae uno de los murciélagos que duermen en el taparrollo de la ventana. Sueño que sueño con un pintor sin manos, la sombra de su obra es apenas un boceto que anuncia el alba. Acaricio los hongos con la palma de los pies, es un prado extenso. Una mujer llora en otro cuarto. Estoy despier­to, anoto un recuerdo que después olvido. Cuando más tarde vuelvo al papel la escritura me parece rasgada, ajena. Temo volverme inútil.

sueño 817

dormido, algo me roza con cartílagos enormes. Levanta los hombros, se abre el vestido y muestra que la muerte es una mujer cambiando de forma. El aire que exhalo me increpa. Es de noche y respiro desacompasadamente entre las sombras. Los huesos se mueven tenues, a destajo. Nacen hormigueros en los extremos de mi almohada. Esta habitación es un lugar amplio que se abre en corredores infructuosos. He perdido, en la borrasca, los sentidos. No recuerdo más que un álbum familiar ennegrecido: cuerpos en poses hogareñas. La misma casa sumergida en la memoria. Busco en los rincones por el tacto, me desangro. El tiempo mudo me besa en la boca y hasta donde alcanza mi lengua los nervios traducen.

Graciela Wencelblat

Deja que la noche haga trampa
cuando apoya sus codos sobre el cuerpo
y clava la memoria de mañana.
Permanece esclava del silencio
sucumbe a la melancolía.
Intuye peligro bocas que muerden
la piel de los desiertos.
Amanece lejana de caricias

las tormentas cayendo sobre la que fue.

martes, 5 de noviembre de 2013

ataque y seducción - Zulma Liliana Sosa

no hay una oscuridad profunda/
en el lugar donde
se contempla la escena/

¿porqué el espectáculo nunca
se presentó/
como algo distinto de lo que era?

violencia desencadenada
contra el cuerpo/
aún/ no me has podido/
                                aplacar

de sacó la lengua y le prendió fuego de Zulma Liliana Sosa - Libros de Alejandría, 2004