martes, 24 de diciembre de 2013

obediencia - Jorge luis Estrella


Mi padre era el ser más obediente que pisó la tierra.
Se casó con mi madre
porque ella le dijo: "casémonos".
Tuvieron hijos
porque ella le dijo: "Reproduzcámonos".
Se divorciaron
porque ella le dijo: "Divorciémonos".
Él mismo me contó que, en la escuela primaria,
había ganado fama de violento
porque sus compañeros,
para divertirse cuando lo castigaran,
le decían: "Peganos" y él les pegaba.
"Empujanos" y él los empujaba.
Fue militar porque su padre le dijo:
"Quiero que seas militar".
En la época de la represión
le ordenaron torturar y matar, él torturó y mató
y fue beneficiado por la ley de Obediencia Debida.
No es casualidad que naciera en la calle Nazca
y aún seguiría viviendo
ya que no hay calle que se llame Muera
si no es que yo, a manera de cándida eutanasia, 
después de una acalorada discusión,
le dije al genocida:
"Morite".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

éste es un blog que no obtiene beneficios económicos. Comentarios publicitarios abstenerse, gracias,,,