lunes, 11 de febrero de 2013

Claudia Isabel Lonfat


Ella
que era muchas
y ninguna
mujer fatal
o niña exploradora
musa durmiente
o veleta sin norte
no dejó nada detrás
sin embargo
nada amó más
que esa nada

Ahora,
sus ojos filosos
como navajas,
cortan los sueños
de otros
los suyos
hace siglos perecieron
bajo una ráfaga de silencio.

Desde ese tiempo
sin relojes
fue trocando de banderas
cuando comprobó
que ángeles y demonios
compartían la misma cena.

Ella
que era muchas
y ninguna
se abrigó sin ilusión
al exilio puertas adentro
ahora
sólo bebe su dolor
y se fuma entera…

soy yo esta mujer?

¿Soy yo esta mujer que anda conmigo...? Hilda Hilst

Me pregunto
Si soy yo esta mujer
que camina con mis
pies
se mueve entre mis gestos
o besa con mi boca
Si en esa prisa muda
se descuelga del mundo
usando mis sentidos


Seré yo
esta que mira
con mis ojos asombrados
y tantea el filo de la vida
con las manos rotas
Seré yo
esta que viste
disfraz de mujer entera
aún sintiendo el sabor amargo
de la derrota


Me pregunto
si soy yo esta mujer
que reclama con la pluma
lo que su voz no toca

suposiciones - Lautaro Ortiz


Póngase la muerte en mi lugar.
Zapatos de acero esta musculatura
hijos entre los brazos mujer casa
boleto de ida y vuelta para esperar
los trenes demorados del dolor
(aunque nunca llegará ese beso azul y piadoso)
póngase mis camisas verticalmente
todos mis restos es decir
hágase la rabiosa voluntad del que siempre camina.

Demuestre, escriba, trabaje
experimente el deseo como historia familiar
y padezca la risa del tiempo cuando la vida
se tira como papeles por la espalda o
surge la imagen de un nadador ciego.
Haga el favor terrestre de reptar
soportar el aliento que va
del debe al haber sido pero finalmente nunca.

Deje su traje de certeza, póngase en mí, esto es real. 

de Casa de Tabaco - Editorial Turkestan (2011 - 2ª  edición)

domingo, 10 de febrero de 2013

Amalia Mercedes Abaria


para nada

Los perros vagabundos llevan una máscara
para que nadie los asuste.

Vuelven de la noche con algo de quebranto.

Y van hacia la noche
con sus pasos de piedra, como fugándose.

En una estación cualquiera, se derrumban

Y miserables, partirán hacia un sueño pegado a la basura.

breves

VII

El cerro calla,
detrás de tu mirada
estamos juntos.

VIII

En el camino
extraño y silencioso
te veo llegar
como un recuerdo vano,
y soy otro extraño.

IX

Sol de rocío
sobre tu piel abierta,
cielo temprano,
pequeñísimas gotas
como refugios. 

de Caminos, Botella al Mar - 2009